La experiencia del silencio
Vivimos en un mundo rodeado de tanto ruido y tantas distracciones. ¿Te imaginas cómo sería pasar un día en silencio? ¿Ese pensamiento te da energía o te asusta? ¿Cuándo fue la última vez que apagaste todo y disfrutaste la experiencia del silencio?
La experiencia del silencio en un retiro
Justo después de Navidad el año pasado, mi hermano decidió regalarnos un retiro a mi hermana y a mí. Ahora bien, este retiro no se parecía en nada al retiro que describí en mi publicación sobre retiros y amistad .
De hecho, fue casi exactamente lo contrario. La intención de este retiro fue la soledad, la tranquilidad, el descanso y la reflexión.
El horario
Mi hermano hizo todo lo posible para darnos instrucciones sobre cómo aprovechar al máximo el retiro. Comenzamos con una velada relajante en casa de mis padres, donde nos sirvieron la cena. Después de cenar, teníamos la opción de darnos un baño o leer.
Se nos ordenó mantener nuestra comunicación al mínimo. Dio la casualidad de que la única vez que mi hermana y yo pudimos ir a este retiro silencioso fue en las mismas fechas, por lo que tuvimos que gestionar nuestro tiempo con cuidado para no pasarlo charlando como lo hacemos habitualmente.
Las luces se apagaron a las 9 pm para que pudiéramos descansar lo suficiente. Mi hermano nos preparó el desayuno por la mañana y luego empacamos y nos dirigimos a una abadía donde pasaríamos las siguientes 24 horas en (mayormente) silencio.
La locación
Después de llegar, nos instalamos en nuestras habitaciones separadas (a 2 puertas una de la otra, pero compartíamos un baño y un área de descanso). A partir de ahí cada uno hizo lo suyo durante el resto del día.
Opté por quedarme en mi habitación y leer casi todo el día. Fue maravilloso terminar 2 libros y tomar una siesta por la tarde. Mantuve mi teléfono apagado y disfruté muchísimo de la paz y tranquilidad de la experiencia.
A veces me parecía extraño, pero me hizo darme cuenta de cuánto ruido me bombardean constantemente en la vida cotidiana. No consultar Facebook, mensajes de texto o correos electrónicos fue un bienvenido respiro.