Vida lenta: qué es y cómo practicarla

Vida lenta: qué es y cómo practicarla

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Objetivo del artículo: ¿Has oído hablar de la vida lenta? Aprende sobre el movimiento lento y cómo puedes practicarlo en tu vida.

A veces, simplemente hay que reducir la velocidad

En el mundo actual, constantemente conectado, puede ser un verdadero desafío, una hazaña aparentemente imposible.

Siempre estamos en movimiento, persiguiendo el próximo ascenso en el trabajo o un hito en la vida.

Llenamos nuestros días con planes y obligaciones e incluimos tantas actividades en nuestros fines de semana como podemos.

Estamos constantemente corriendo de un objetivo a otro, sin apenas detenernos para celebrar nuestro progreso o logros. El descanso puede ser un desafío en nuestro mundo impulsado.

Y si bien unos pocos pueden prosperar en estas condiciones, vivir de esta manera nos deja a la mayoría agotados

Quizás por eso tanta gente ha empezado a abrazar la idea de una vida lenta.

vida lenta

La idea de una vida lenta es bastante sencilla: se trata de dar un paso atrás y desacelerar la forma en que vives tu vida.

Se trata de ser más consciente de la forma en que empleas tu tiempo, apreciar más los momentos tranquilos y disfrutar la vida tal como es, en lugar de abarrotar cada momento de tu calendario con reuniones, trabajo y obligaciones personales.

Una vida lenta implica adoptar un enfoque de menos es más. Al hacer menos obligaciones y planes, dedicará más tiempo a hacer las cosas que realmente le brindan alegría.

En lugar de intentar estar ocupado todo el tiempo, la vida lenta te anima a hacer lo contrario: darte tiempo y espacio para relajarte, explorar y conectarte. 

También se trata de autorreflexión y reconectarse con sus valores y su propósito.

Vivir alineado con tus valores puede ser difícil cuando estás sobrecargado y abrumado; Reducir la velocidad puede crear el tiempo y el espacio que necesitas para convertirlos en una prioridad y actuar en consecuencia. 

vida lenta

Dar un paso atrás y adoptar una vida lenta representa un gran cambio para muchos de nosotros, y ese cambio conlleva bastantes beneficios. 

Primero, en esencia, la vida lenta implica vivir de manera más consciente. Se ha demostrado que practicar la atención plena mejora la capacidad de controlar las emociones, mantener a raya la depresión, reducir la ansiedad y más. 

Vivir despacio y adoptar la atención plena también aporta muchos otros beneficios. Por ejemplo, adoptar un enfoque más lento y consciente en la alimentación podría significar priorizar los alimentos cultivados localmente, cocinar comidas nutritivas en casa y asegurarse de llevar una dieta bien equilibrada para alimentar su cuerpo. 

¿Otro beneficio de la vida lenta? Cuando disminuyas el ritmo, tendrás más tiempo para concentrarte en las cosas que importan, como tus relaciones . Poder invertir más tiempo y energía en esas relaciones puede ser increíblemente enriquecedor y le permite fortalecer vínculos y crear recuerdos con sus seres queridos. 

Al vivir despacio, también tendrás más tiempo para disfrutar de las actividades que te gustan: los pasatiempos que más te gustan o las causas que más te apasionan. 

diversión familiar en casa

Cuatro formas sencillas de practicar la vida lenta 

Vivir despacio es algo que todo el mundo puede hacer, ¡y no tiene por qué ser difícil! Si bien el cambio inicial de una vida abrumada, sobrecargada de trabajo y ocupada puede ser un shock, rápidamente descubrirá que vivir despacio es el camino a seguir. 

¿No estás seguro de qué debes hacer para realizar ese cambio? A continuación se muestran algunas formas sencillas en las que puede practicar la vida lenta: 

1. Aprenda a decir “no”.

¿Es usted el tipo de persona que se presenta a todo , incluso si prefiere no hacerlo?

Un gran paso hacia una vida lenta implica ordenar su agenda y aprender a decir no a planes y actividades que no le dan energía ni le brindan alegría.

¿Prefieres no ir a esa gran barbacoa de verano que organiza tu compañero de trabajo? ¡No te vayas!

¿No te entusiasma la idea de ir a ese espectáculo? Vende tu entrada y dedica tu tiempo a hacer algo que te entusiasme

Y realmente no se trata sólo de aprender a decir no . También es aprender a sentirte 100% cómodo en esa decisión.

Rechazar una invitación para hacer algo que no quieres hacer no debería estresarte ni hacerte sentir culpable. No te sientas mal por convertirte en una prioridad. 

leyendo un libro

2. Aléjate de las redes sociales.

No existe tal cosa como vivir lento en las redes sociales. Se trata de publicar la mayor cantidad de contenido posible y lo más rápido posible. Gana seguidores y amigos lo más rápido que puedas. Mostrarle al mundo cuánto estás haciendo, cuánto te estás divirtiendo y cuán plena es tu vida.

El auge de las redes sociales ha hecho prácticamente imposible reducir la velocidad y desconectarse. No sólo te hace accesible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sino que también hace que sea muy fácil compararte con otras personas: amigos, familiares o completos desconocidos en Internet.

Ver a otras personas viajar en línea por el mundo, alcanzar hitos importantes en sus vidas, comprar casas y automóviles e iniciar negocios puede enviarlo rápidamente a una espiral de envidia, culpa y vergüenza. Los sentimientos de “no soy lo suficientemente bueno” o “necesito trabajar más duro” pueden arraigarse rápidamente.

Estos sentimientos son una contradicción directa con la vida lenta, que te anima a ser feliz con lo que tienes y vivir con sencillez.

Ser intencional con las redes sociales y crear límites saludables puede ayudarlo seriamente en sus esfuerzos por vivir lentamente. 

cita de vida lenta